martes, 10 de noviembre de 2015

John Coltrane - Infinity, 1972

¡JOY! 
Los últimos años de Coltrane fueron fuertes batallas contra los horrores de la droga, su adicción se encontraba en un clímax mortal, tanto físico como espiritual. La proliferación de su arte, las diversas grabaciones y las inalcanzables notas que su alma desprendía a través del cálido vaho que recorría el frío metal de sus herramientas musicales estaban a punto de apagarse. Una de esas sesiones fue la que terminó en el disco “Infinity”, editado bajo el sello impulse! en 1972, una joya clave, criticada, atacada y aclamada por el público.

La sesión fue grabada durante el 65 y 66 en San Francisco y Nueva Jersey, almacenada tras la muerte de Coltrane en 1967 a sus 40 años. En 1972 su esposa, Alice Coltrane decide hacer una remezcla del material, yuxtaponiendo los arreglos de arpa que tanto la caracterizan y desarrolla lo que hoy conocemos como INFINITY. Los comentarios no se hicieron esperar y la prensa especializada acusó a Alice de modificar la grabación y la visión de su difunto esposo. Lo que veo, siento y escucho en este material, no es una perturbación, ni una ofensa, mucho menos una injuria, este disco representa la unión y convivencia de dos espíritus, de dos energías, de dos fuentes de luz que desde existencias paralelas (la vida y la muerte) se logran comunicar una vez más. El amor no conoce dimensiones, el amor es energía pura que se desborda a través de cada nota musical desprendida de esta obra maestra del amor infinito.

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